
Durante más de veinte años, la narrativa del régimen de Nicolás Maduro, que busca mostrar un país en estabilidad y progreso, contrasta enormemente con la realidad que enfrentan los venezolanos. La población vive en un contexto de crisis económica, migración masiva y un marcado deterioro institucional.
En el ámbito internacional, Maduro es señalado por Estados Unidos por presuntas violaciones relacionadas con el narcotráfico, pero su gobierno considera estas acusaciones como intentos de agresión. Se argumenta que lo que realmente intenta proteger es su permanencia en el poder.
La economista Carmen Briceño, egresada de la Universidad de Carabobo, expone que, a pesar de las abundantes reservas de recursos naturales, Venezuela enfrenta una grave crisis humanitaria que mantiene a muchos en la pobreza. Briceño denomina este periodo como «la peor pesadilla de su historia» debido a la corrupción y el saqueo por parte de quienes están en el poder.
Frente a las elecciones de 2024, Briceño asegura que se produjo un fraude histórico. Resalta que el régimen utiliza desinformación para ocultar la verdad, como en el caso de una noticia falsa que circuló en WhatsApp sobre Maria Corina Machado. Esta estrategia busca desprestigiar a quienes claman por un cambio democrático.
A pesar de la censura, un sector de la población persiste en su lucha por la verdad a través de redes sociales y medios alternativos. Organizaciones como Cazadores de Fake News se dedican a desmentir las narrativas oficiales, mientras que la migración supera los siete millones de personas, marcando un impacto social profundo. El régimen, que afirma haber controlado la inflación y mejorado servicios públicos, no refleja la realidad de bajos salarios y un sistema económico debilitado. La discrepancia entre el discurso oficial y la vida cotidiana de los ciudadanos es evidente.
DCN/Agencias