
Un macabro suceso ha vuelto a acaparar la atención pública en Santa Cruz, California. En esta ocasión, se trata del brutal asesinato de Tushar Atre, un magnate vinculado a la tecnología y el cannabis, quien fue secuestrado detrás de un robo perpetrado por cuatro de sus trabajadores en el año 2019. La bomba informativa la lanzó Kaleb Charters, uno de los acusados, al relatar frente al jurado el ambiente opresor que se respiraba en la empresa.
Charters, exmiembro de la Guardia Nacional, dio a conocer que Atre imponía castigos extremos a sus empleados. Según sus declaraciones, uno de los incidentes más impactantes ocurrió cuando el empresario exigió a su equipo realizar 500 flexiones de brazos como penalización por la pérdida de las llaves de un vehículo conocido como el "Monster Truck". "¡Ustedes están en el Ejército! ¡Hagan 500 flexiones!", gritó el jefe, según relató Charters, quien aseguró que este episodio tuvo lugar solo dos meses antes del asesinato de Atre.
Las palabras de Kaleb no fueron las únicas que revelaron un clima laboral tóxico. Otros ex-empleados corroboraron su testimonio, describiendo un entorno insostenible. En medio de un ambiente hostil, Atre solía gritar y humillar, incluso amenazando con no pagar los sueldos si sus órdenes no eran obedecidas. La presión era tal que algunos trabajadores afirmaban, en tono de broma, que fantaseaban con hacerle daño.
“Lo humillaban en frente de todos”, declaró el detective Ethan Rumrill, de la oficina del sheriff del condado de Santa Cruz. Sam Borghese, otro ex-empleado, también relató la fuerte presión que sufrían bajo el mando de Atre, y cómo el miedo se había convertido en una constante en el día a día de la empresa.
Este caso no solo saca a la luz la trágica historia de un empresario y su violento asesinato, sino que también pone de manifiesto serias cuestiones sobre gestión y liderazgo en el ámbito laboral. La historia de Tushar Atre sigue resonando, dejando un eco sombrío y una lección sobre el costo del abuso en las relaciones laborales.
DCN/Agencias