El gobierno de Trump ha autorizado a la CIA a realizar operaciones encubiertas en Venezuela, intensificando su campaña contra Nicolás Maduro. Esta medida surge como parte de un esfuerzo más amplio para presionar al gobierno venezolano, donde el ejército estadounidense ha estado atacando embarcaciones sospechosas de narcotráfico que operan cerca de las costas de Venezuela, resultando en la muerte de 27 personas.
Los funcionarios estadounidenses han indicado que el objetivo es, finalmente, sacar a Maduro del poder. Las nuevas autorizaciones permitirán a la CIA llevar a cabo operaciones letales en Venezuela y también en el Caribe. Aunque no se han revelado detalles específicos sobre si se ejecutarán o no estas acciones, la CIA podría actuar de forma independiente o en conjunto con misiones militares más amplias.
En la actualidad, hay 10,000 soldados estadounidenses en la región, la mayoría en bases en Puerto Rico. La Armada estadounidense despliega ocho buques de guerra y un submarino en el Caribe.
Trump también ha puesto fin a las conversaciones diplomáticas con el gobierno de Maduro, frustrado por la negativa de este de renunciar al poder y sus desmentidos sobre el narcotráfico. La CIA ha colaborado anteriormente con otros gobiernos latinoamericanos en temas de seguridad, pero estas nuevas autorizaciones amplían su capacidad para realizar operaciones directas.
El presidente Trump, junto con el secretario de Estado Marco Rubio y el director de la CIA, John Ratcliffe, han concebido una estrategia centrada en derribar a Maduro. Ratcliffe ha señalado su intención de hacer que la CIA sea más activa y menos reacia al riesgo en operaciones encubiertas.
El gobierno estadounidense ha ofrecido 50 millones de dólares por información que lleve al arresto de Maduro por narcotráfico. Sin embargo, las afirmaciones sobre su conexión con cárteles de la droga han generado controversia. La Casa Blanca justifica su enfoque al considerar a los cárteles como grupos armados no estatales, en un contexto de conflicto armado.
Las decisiones para autorizar acciones encubiertas son confidenciales y no suelen hacerse públicas, aunque algunos miembros del Congreso reciben información al respecto, lo que complica su supervisión.
La historia de la CIA en América Latina incluye acciones controvertidas, desde golpes de Estado hasta intervenciones directas, reflejando una mezcla de apoyo y críticas por sus operaciones en la región.
Con información de AlbertoNews.
DCN/Agencias