¿Son las sanciones de Estados Unidos la raíz de la crisis en Cuba?

Las sanciones estadounidenses y la crisis económica en Cuba

El debate sobre las sanciones estadounidenses y su impacto en Cuba se reaviva en la antesala de la votación en la Asamblea General de la ONU sobre la resolución que La Habana presenta cada año en contra de estas medidas. Según el gobierno cubano, las sanciones representan una pérdida de 20 millones de dólares diarios, aunque este cálculo es complejo y se remonta a más de seis décadas de decisiones políticas y económicas en EE. UU.

Tamarys Bahamonde, profesora de la Universidad de la Ciudad de Nueva York, explica que, además de las sanciones directas, Cuba enfrenta restricciones en organismos internacionales, como el Banco Mundial, y ha sido incluida en la lista de países que patrocinan el terrorismo, lo que complica aún más su acceso a créditos.

Los economistas consultados ofrecen diversas perspectivas sobre la crisis actual en Cuba, que ha llevado a una contracción económica, alta inflación y escasez de productos básicos. Algunos apuntan que, aunque reconocen el impacto de las sanciones, subrayan la responsabilidad del gobierno cubano. Mauricio de Miranda, de la Pontificia Universidad Javeriana, argumenta que la crisis es resultado de problemas estructurales en la economía y un modelo ineficaz que el régimen intenta mantener.

Pedro Monreal también reconoce el gran impacto de las sanciones, pero destaca la ineficiencia del sistema de economía planificada como un factor determinante. Otros, como Alejandro Miguel Hayes, afirman que el gobierno cubano debería asumir toda la responsabilidad al no usar correctamente los recursos disponibles.

Ricardo Torres, investigador en Washington, considera las sanciones una "restricción externa importante", aunque no la principal causa de la crisis. Pavel Vidal enfatiza la interrelación entre el "bloqueo externo e interno", señalando que la economía cubana depende en gran medida de remesas y turismo.

Omar Everleny, profesor de la Universidad de La Habana, sostiene que, aunque el bloqueo afecta severamente a Cuba, el país debe realizar cambios internos significativos para mejorar. La mayoría de los profesionales coinciden en que la crisis es producto del sistema político y económico de Cuba.

La planificación centralizada y la burocracia han generado un entorno que limita la toma de decisiones efectivas, impide el crecimiento y ha llevado a una serie de crisis cíclicas. La situación se complica aún más con los retos externos, incluidos los efectos de la pandemia y las sanciones, según varios expertos.

DCN/Agencias

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