
¿Por qué algunos nunca se rompen un hueso? Una mirada médica al fenómeno
En un país donde las caídas y los accidentes son parte del día a día, hay quienes parecen tener una suerte especial: se tropiezan, caen y ni se inmutan, mientras que otros, con un simple resbalón, terminan enyesados. ¿Cómo se explica esto? Un especialista tiene algunas respuestas.
El Dr. Suhail Hussain, en una conversación con LADbible, reveló que la resistencia de nuestros huesos no se debe solo a la casualidad, sino a una mezcla de factores genéticos, estilo de vida y alimentación. La fortaleza ósea, en otras palabras, es un reflejo de nuestras costumbres y de lo que heredamos de nuestros padres.
Hussain destaca que muchas veces conocemos a personas que parecen hacer malabares con las caídas, pero se levantan riendo, en contraste con quienes se lastiman con la misma torpeza. Este fenómeno no es trivial; hay una base científica. La densidad y resistencia de los huesos se transmiten de generación en generación. Así, algunos nacen con huesos más fuertes, mientras que otros, lamentablemente, tienen una predisposición a fracturas con menos esfuerzo.
Este argumento está respaldado por la Royal Osteoporosis Society (ROS), que afirma que las personas con antecedentes familiares de fracturas, especialmente en la cadera, tienen un riesgo elevado de sufrir lesiones similares. Un dato alarmante: si un padre ha sufrido una fractura de cadera, las probabilidades de que su hijo también la padezca aumentan significativamente. Las fracturas de cadera no solo son dolorosas, sino que también pueden ser mortales y dejar secuelas permanentes.
Es fascinante observar cómo, en el día a día, la biología y la herencia juegan un papel crucial en nuestro bienestar y en nuestra percepción de la vulnerabilidad. Así que la próxima vez que veas a alguien caer sin consecuencias, quizás pienses en la mezcla única de su genética y estilo de vida que les permite salir ilesos.
DCN/Agencias