Prepárate para la resaca más brutal: esta bebida alcohólica es tu peor enemigo
El vino blanco y sus efectos insólitos: la "hangxiety"
Recientemente, se ha descubierto que el vino blanco puede ser más que un simple placer para el paladar: puede generar ansias de culpa y resaca al día siguiente, afectando en su mayoría a nosotras, las mujeres. Aunque al principio puede hacernos sentir chévere gracias al aumento de serotonina y dopamina en el cerebro, luego puede deleitarnos con dolor de cabeza, náuseas y lo que han denominado “hangxiety”, una mezcla de resaca y ansiedad.
Los síntomas que acompañan esta "hangxiety" no son nada agradables. Entre ellos están el sentimiento de culpa por lo que hicimos la noche anterior, la inquietud y problemas para dormir. Realmente puede ser una montaña rusa de emociones.
¿Por qué sucede esto? Resulta que el vino tiene una mayor graduación alcohólica (entre 10% y 13%) comparado con cervezas, que rondan el 3% al 7%. Además, tanto el vino blanco como el tinto contienen sulfitos, pero el blanco es más alto en azúcar, lo que puede empeorar el malestar.
El psicoterapeuta británico Nick Davies argumenta que el alcohol puede suprimir nuestra autocrítica, ayudando a las personas a desinhibirse. Mientras más fuerte sea el trago, mayor será esta supresión. Y claro, esto puede llevar a situaciones vergonzosas que recordamos con pesar al día siguiente.
Pero no todo está perdido. Roger Corder, de la Escuela de Medicina de Londres, aclara que el malestar emocional no depende del tipo de alcohol, sino de la cantidad que consumimos. Así que, si decidimos dar rienda suelta a nuestras copas, la moderación puede ser clave.
Como consejo práctico, Karen Tyrell de Drink Aware sugiere que para aliviar esa ansiedad post-fiesta, lo mejor es hidratarse, tomar un paracetamol y descansar, enfocándose primero en los síntomas físicos de la resaca. Sin duda, una combinación de precaución y cuidado nos ayudará a disfrutar de esos momentos sin que nos pesen en la mente al día siguiente.
Así que la próxima vez que levantemos una copa de vino blanco, pensemos en lo que viene después. ¡Salud, pero con moderación!
DCN/Agencias
