El último informe de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reveló que el precio del crudo Merey, que sirve como referencia para las exportaciones venezolanas, finalizó septiembre en 55,29 dólares por barril, lo que representa una disminución del 1,6% en comparación con agosto, donde se cotizaba a 56,22 dólares.
En lo que va de 2025, el precio promedio del Merey se sitúa en 58,80 dólares por barril, mientras que en septiembre de 2024, el promedio fue de 67,15 dólares, evidenciando una caída interanual del 12,4%. Este descenso se debe a una demanda internacional más contenida, así como a la disminución de compras desde Asia y a las dificultades estructurales en la producción petrolera venezolana, lo que ha limitado el aprovechamiento de aumentos en los precios mundiales.
A pesar de la reducción en precios, la producción petrolera en Venezuela tuvo un leve incremento, alcanzando 1.105.000 barriles diarios en septiembre, lo que implica un aumento del 0,64% respecto al mes anterior. Sin embargo, este aumento en la producción no se traduce en mayores ingresos, ya que la bajada del precio del Merey disminuye el valor de las exportaciones. Esto significa que Venezuela está produciendo más, pero ganando menos, lo que afecta el flujo de divisas y presiona las finanzas del país.
Por otro lado, la cesta OPEP (ORB) experimentó un ligero aumento mensual, pasando de 69,73 dólares el 25 de agosto a 70,39 dólares el 25 de septiembre, lo que equivale a un incremento de 0,9%. Sin embargo, en el balance anual, la ORB promedió 71,47 dólares en 2025, frente a 82,02 dólares en 2024, lo que representa una caída interanual similar a la del Merey. La diferencia de precios se atribuye a la menor calidad del crudo venezolano y a las restricciones operativas y comerciales que aún enfrenta la industria.
DCN/Agencias