La migración de hasta siete millones de venezolanos en América Latina y el Caribe ha generado un mercado de consumo valorado en 10.500 millones de dólares, según un estudio presentado el 24 de octubre por la consultora Equilibrium en Washington. A pesar de que el 41% de los venezolanos que emigraron a ocho países de la región carecen de acceso a servicios financieros, su inserción en el mercado laboral ha transformado las perspectivas económicas de estas naciones. Las cifras preliminares del análisis fueron expuestas en el centro Diálogo Interamericano.
David Licheri, director de Equilibrium, detalló que el consumo principal se ubica en el país de acogida, destinándose aproximadamente un 33% al hospedaje, un 25% a la alimentación y cerca del 10% a educación y salud. Sin embargo, el envío de remesas por parte de los emigrantes no representa una porción significativa de sus ingresos, debido a que los salarios en los países receptores no son significativamente más altos que en Venezuela.
La situación es diferente para los aproximadamente 1,1 millones de venezolanos viviendo en Estados Unidos y Europa, quienes tienen más capacidad para enviar dinero a sus familias. El estudio abarcó países como Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Perú y República Dominicana, en colaboración con cámaras de comercio, comunidades de migrantes e instituciones públicas.
La contribución venezolana a los ingresos fiscales varía entre el 1,91% en Colombia y el 0,32% en Costa Rica. En términos de ingresos, en Colombia, un venezolano con empleo legal gana un promedio de US$427, mientras que en la informalidad no llega a US$100. En Chile, el ingreso medio es de US$958, y en el sector informal, US$495. Aproximadamente el 82% de los venezolanos en estos países están en la economía informal.
Al acceder a trabajos formales, su contribución económica aumenta considerablemente, como se evidenció en estudios realizados en Perú y Ecuador.
DCN/Agencias