
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) ha anunciado la «suspensión» del Gobierno entrante de Bolivia, que asumirá en noviembre bajo la presidencia de Rodrigo Paz. Esta decisión se produce tras declaraciones de Paz en las que califica a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua como dictaduras.
El chavismo reaccionó a través de un comunicado, descalificando a Paz y calificándolo de ignorante. En el documento se expresa que su mensaje sobre el ALBA-TCP refleja “ignorancia y desprecio hacia la historia y los valores bolivarianos”.
Yván Gil, quien firmó el comunicado, considera que las declaraciones de Paz evidencian su desconexión con el pueblo y su alineación con los intereses de las élites históricas de Bolivia. Gil señala que la postura de Paz lo convierte en representante de las clases que intentan subyugar a Bolivia.
El tono del comunicado sugiere un profundo desacuerdo con la postura del nuevo presidente electo y plantea una defensa contundente de los principios que, según los firmantes, constituyen la base del ALBA-TCP y su relación con Bolivia.
DCN/Agencias