
Este sábado, la misa con el antiguo rito tridentino volvió a celebrarse en la basílica de San Pedro del Vaticano, tras las limitaciones impuestas por el papa Francisco, las cuales generaron descontento entre algunos sectores tradicionalistas. El evento fue organizado por el grupo ‘Popolo Summorum Pontificum’, compuesto por religiosos y fieles que apoyan el rito ‘usus antiquior’, conocido por su celebración en latín.
La eucaristía tuvo lugar en el Altar de la Cátedra, uno de los más significativos de la basílica, ubicada en el ábside. Este retorno del rito ha evidenciado la división dentro de la iglesia entre quienes apoyan la liturgia del Concilio Vaticano II, en lengua vernácula, y los que prefieren la misa tradicional.
En 2007, el papa Benedicto XVI había definido la liturgia de Pablo VI como rito «ordinario» y el misal tridentino como «extraordinario». Sin embargo, en 2021, Francisco restringió el uso de la misa tridentina mediante la carta ‘Traditionis custodes’, permitiéndola solo en casos autorizados por obispos, lo que causó protestas en el entorno vaticano.
A pesar de las limitaciones, se ha continuado celebrando la misa tridentina de forma puntual y, desde 2022, únicamente en una pequeña capilla de la basílica. En esta ocasión, la misa fue presidida por el cardenal estadounidense Raymond Leo Burke, conocido por su postura tradicionalista y críticas hacia Francisco. El papa León XIV recibió a Burke en una audiencia privada el 22 de agosto, elogiando sus cincuenta años de sacerdocio en una carta enviada anteriormente.
El programa de la peregrinación del grupo ‘Popolo Summorum Pontificum’ comenzó el viernes con unas vísperas en la basílica de San Lorenzo in Lucina, presididas por el cardenal Matteo Zuppi, del ala reformista. Tras la misa, Zuppi y Burke intercambiaron saludos, lo que algunos interpretaron como un gesto de acercamiento entre las diferentes corrientes dentro de la iglesia.
En su primera entrevista, el nuevo papa mencionó que las divisiones en torno a la misa tridentina son un «problema», reconociendo que algunos la han utilizado como un «instrumento político». Christian Marquant, coordinador del grupo tradicionalista, agradeció al papa León XIV por el reconocimiento a sus «costumbres espirituales y litúrgicas».
DCN/Agencias