
El himno «¡Gloria a ti! ¡Casta señora!», dedicado a la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, resonó por las torres del campanario de la Basílica Santuario, marcando el inicio de la misa por «la bajada» de La Chinita.
A las cinco de la tarde, el sol de Maracaibo iluminaba el templo mientras los fieles se congregaban en la plazoleta mariana, buscando la sombra que brindaba el santuario. Un mar de paraguas coloridos se extendía por la antigua Calle Derecha, ahora convertida en un área del monumento.
El monseñor Roberto Morales inició la misa, en la que se baja el retablo de La Chinita, que se desplaza desde su hornacina gracias a un tobogán eléctrico que va desde el altar hasta las puertas de la Basílica, entregando la imagen al pueblo.
Al promediar las cinco y media, la luz del atardecer casi ocultó la fachada elevando un ambiente de fervor. Desaparecieron los paraguas, y el blanco mariano dominó la escena, especialmente en las columnas corintias donde estaban las Hijas de María y los Servidores, quienes cargarían la imagen.
Con la caída de la tarde, el movimiento de los abanicos y los cartones con el escudo del Zulia, obsequiados por la Gobernación, seguía presente. La misa al aire libre continuaba, y la multitud se extendía más allá del monumento que antes ocupó el Paseo Ciencias, construido sobre el antiguo barrio El Saladillo.
A las seis, el sonido de las campanas dio paso a un momento de paz. La expresión “¡la paz!” resonó entre abrazos y encontraron eco en la plaza, donde la gente se agrupaba alrededor del monumento a La Chinita. Los sacerdotes, con cáliz en mano, recorrieron el pasillo central entre los devotos para repartir la comunión, acompañados por la banda musical de la Basílica.
La noche llegó y los abanicos seguían en movimiento. Una vez terminada la misa, comenzó la gaita a cargo de los Chiquinquireños, dando inicio a la feria en Maracaibo.
Con aplausos y cantos, el sagrado retablo hizo su aparición envuelto en luz azul sobre el tobogán maracucho, desbordando emociones en la plazoleta y dando paso a una celebración auténtica y popular.
El presidente Nicolás Maduro, durante la Bajada de la Virgen, envió un mensaje al pueblo del Zulia y de Venezuela a través de su canal de Telegram. Relató cómo la Virgen lo ha acompañado y protegido, haciendo referencia a un atentado en 2018. En su mensaje, pidió fuerza para garantizar la paz y prosperidad en el país.
DCN/Agencias