La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) anunció el pasado viernes 24 de octubre la suspensión del gobierno entrante de Bolivia, encabezado por Rodrigo Paz, quien asumirá en noviembre. La alianza argumentó que la postura del nuevo gobierno es «proimperialista y colonialista».
En un comunicado difundido por el canal estatal Venezolana de Televisión, la ALBA criticó las declaraciones del «gobierno ultraderechista» de Paz en contra de Cuba, Venezuela y Nicaragua, considerándolas «inaceptables».
La ALBA enfatizó que esta suspensión no afectará los lazos solidarios y afectivos con el pueblo boliviano, reafirmando su compromiso de seguir apoyando su desarrollo y bienestar. Bolivia se unió a la ALBA en 2006 como su tercer miembro, fundado en 2004 por los presidentes de Venezuela y Cuba, Hugo Chávez y Fidel Castro.
Por su parte, Rodrigo Paz expresó su deseo de mantener relaciones con «países democráticos» y señaló que, aunque respeta las relaciones diplomáticas históricas, la democracia es fundamental. Así, se distanció de la relación que el gobierno de Luis Arce, y anteriormente Evo Morales, mantuvieron con Venezuela y Nicolás Maduro.
Paz añadió que existe una representación diplomática de Venezuela en Bolivia, pero no comparte «la modalidad democrática» que se dice tener en el país caribeño. También expresó su intención de «retomar las relaciones con Estados Unidos», que se encuentran al nivel de encargados de Negocios desde que Evo Morales expulsó al embajador estadounidense en 2008, acusándolo de conspirar contra su gobierno.
DCN/Agencias