
La Casa Blanca ha iniciado una investigación federal enfocada en el sector del transporte, buscando detectar y sancionar a aquellas empresas que contraten a conductores sin dominio del inglés. Según el Departamento de Transporte de EE. UU. (DOT), estas prácticas pueden encubrir fraudes relacionados con licencias y poner en riesgo la seguridad vial de pasajeros y terceros.
Las medidas de control incluirán auditorías especiales, congelación de subvenciones y exigencias de cumplimiento inmediato para los estados que permiten esta contratación. La investigación se enmarca dentro de una orden ejecutiva del presidente Trump, que estipula que los conductores profesionales deben hablar y leer inglés, considerando esto esencial para la seguridad en las vías.
Las sanciones previstas para las empresas que incumplan este requisito abarcan multas económicas significativas y posibles restricciones operativas. En particular, las sanciones incluyen:
Esta medida refleja un esfuerzo de la administración Trump por asegurar un estándar de competencia para los conductores en el país.
DCN/Agencias