
¡Hollywood está de luto y las lágrimas no cesan por la partida de Diane Keaton! La icónica actriz, a sus 79 años, deja un legado que brilla más que las luces de un estreno en la alfombra roja. Con una carrera que se alzó como una montaña rusa llena de aclamados éxitos, su ausencia deja un vacío en el universo del entretenimiento.
Pero, ¡espera!, que esto no es solo tristeza. Keaton, la famosa ganadora del Oscar por su inolvidable papel en «Annie Hall», también fue una empre pista inmobiliaria de alto vuelo. ¡Así como lo lees! Con ojo clínico y una sensibilidad artística impresionante, transformaba mansiones en ruinas en verdaderas joyas que hacían palidecer a cualquier palacio de Beverly Hills.
¿El resultado de su ingenio? Una herencia que supera los 100 millones de dólares, según los reveladores cálculos de Celebrity Net Worth. Sus hijos, Dexter y Duke, no solo heredarán su amor por el cine, sino también un tesoro que muchos solo podrían soñar.
Diane Keaton no se limitó a actuar; se lanzó al mundo de los bienes raíces con una valentía digna de una estrella de cine. Compraba propiedades olvidadas, les inyectaba su inconfundible estilo y las revendía como si fueran obras de arte. Entre sus clientes, celebridades de la talla de Madonna, quien desembolsó la asombrosa suma de 6.5 millones de dólares por una de sus creaciones, y Ryan Murphy, que adquirió una magnífica casa reformada por la actriz por nada menos que 10 millones.
La actriz se especializó en los lujosos barrios de Los Ángeles —como Beverly Hills y Bel-Air— donde su toque vintage y modernista dejó huella. Revistas como Architectural Digest y Elle Decor no pudieron resistirse a mostrar su talento y visión única en el diseño. Sin duda, su legado trasciende las pantallas y las paredes de sus espectaculares hogares.
Diane Keaton se puede haber ido, pero su esencia perdurará entre aquello que creó y los corazones que tocó. ¡Hasta siempre, estrella!
DCN/Equipo de Farándula