Hiperactividad, insomnio y peligro de intoxicación: los impactos del consumo excesivo de dulces en los niños durante Halloween y estrategias para su prevención

Halloween es una festividad muy esperada por los niños, pero también genera inquietudes entre los expertos en salud infantil. Detrás de los disfraces y las calabazas, se encuentra el peligro del consumo excesivo de dulces, que puede ser perjudicial. Según el Instituto Nacional de Salud, en la semana de Halloween, las consultas pediátricas por intoxicaciones aumentan alrededor del 30%.
La doctora Olga Melo, especialista en toxicología clínica del Hospital Infantil Universitario de San José, explica que el organismo infantil es sensible a las fluctuaciones de glucosa. Cuando los niños ingieren grandes cantidades de azúcar rápidamente, puede haber un aumento brusco de glucosa, seguido de una liberación excesiva de insulina. Esto puede causar inicialmente energía y euforia, pero después hay riesgo de irritabilidad, cansancio e incluso pérdida de conciencia.
Además de estos efectos, pueden presentarse malestares digestivos como náuseas y vómitos. Melo señala que el exceso de golosinas activa el sistema nervioso, lo que puede causar inquietud y problemas para conciliar el sueño. Algunos productos, como el chocolate oscuro, contienen cafeína, que también afecta el descanso.
No solo el azúcar es un problema. En los últimos años, se han registrado casos de dulces adulterados con sustancias como THC (tetrahidrocannabinol), altos niveles de cafeína, alcohol y metales pesados. Estos elementos pueden tener efectos graves en el sistema nervioso de los niños.
Los síntomas de intoxicación por adulteración incluyen vómito persistente, diarrea, convulsiones y alteraciones en el comportamiento. Por esta razón, la doctora Melo recomienda revisar los empaques y etiquetas, evitando productos de origen desconocido.
Los padres deben estar atentos a señales como náuseas frecuentes, dificultad para respirar, convulsiones y somnolencia extrema. Si se presentan estos síntomas, se aconseja acudir a un centro médico.
A largo plazo, el consumo desmedido de dulces puede causar problemas como obesidad infantil y un incremento del riesgo de diabetes tipo 2. También puede influir en la relación de los niños con la comida.
El Hospital Infantil Universitario de San José recomienda acompañar a los niños durante la recolección de dulces, revisar los productos antes de consumirlos y establecer límites en la ingesta. Se sugiere ofrecer alimentos saludables antes de salir a recoger golosinas y fomentar el compartir en lugar de consumir todo de una vez.
Finalmente, el hospital resalta la importancia de una supervisión adecuada para prevenir emergencias pediátricas. El impacto inmediato del exceso de azúcar, junto con los riesgos asociados, convierte a esta festividad en un tema relevante para la salud pública.
DCN/Agencias