
La reciente ofensiva militar de Estados Unidos en el Caribe, supuestamente enfocada en combatir el narcotráfico proveniente de Venezuela, ha desatado indignación tras el deceso de al menos seis personas en un ataque frente a las costas venezolanas. Entre las víctimas, se encuentran dos hombres trinitenses, uno de ellos identificado como Chad Joseph, de 26 años. Su familia en Las Cuevas niega cualquier relación con el tráfico de drogas.
El presidente estadounidense, Donald Trump, confirmó el operativo, elevando a 27 el número de presuntos muertos desde el 2 de septiembre. No obstante, esta cifra resalta el drama humano en Trinidad y Tobago.
La familia de Chad Joseph ha desmentido las acusaciones de narcotráfico. Cornell Clement, abuelo del joven, expresó su incredulidad: «No, el chico no es un traficante de drogas». Relató cómo Joseph había sobrevivido a un ataque previo mientras intentaba regresar a casa. La madre de Joseph, Lenore Burnley, también afirmó que su hijo no estaba involucrado en actividades ilícitas y lamenta no tener un cuerpo para enterrar.
Los residentes de Las Cuevas y Las Pumas han mostrado su rechazo a las acusaciones. Un amigo, Kern, consideró que la acción estadounidense es «errónea» e «inhumana», cuestionando la falta de pruebas sobre el presunto narcotráfico.
Mientras tanto, las autoridades de Trinidad y Tobago guardan silencio frente a la indignación de la comunidad. Ni la primera ministra Kamla Persad-Bissessar, quien anteriormente apoyó el despliegue militar estadounidense, ni otros ministros han respondido a los reclamos de los pobladores.
Este ataque forma parte de una continua operación de Estados Unidos que busca combatir el tráfico de sustancias. Venezuela ha denunciado que estos ataques amenazan su integridad territorial y constituyen una justificación para una posible intervención militar, lo que también ha sido respaldado por el presidente colombiano, Gustavo Petro, quien mencionó la presencia de ciudadanos colombianos en lanchas bombardeadas en operaciones anteriores.
La muerte de Chad Joseph y otros pescadores intensifica la percepción de que las operaciones estadounidenses provocan víctimas civiles y desestabilizan la paz regional.
DCN/Agencias