
El primer ministro británico, Keir Starmer, anunció este jueves el despliegue de “recursos policiales adicionales” en las sinagogas del Reino Unido tras un presunto atentado en Mánchester que dejó dos muertos y al menos tres heridos.
Starmer, que regresaba de Copenhague donde participó en una cumbre de la Comunidad Política Europea, enfatizó su compromiso de “mantener segura a la comunidad judía”. A su llegada, presidirá una reunión del comité de seguridad COBRA para evaluar nuevas medidas.
Los hechos ocurrieron en la sinagoga de la Congregación Hebrea de Heaton Park, que estaba concurrida debido a la celebración de Yom Kippur. Dos personas fallecieron y al menos tres resultaron gravemente heridas por el ataque, que incluyó un apuñalamiento y un atropello. Se reporta que el guarda de seguridad del templo es una de las víctimas.
El alcalde de Manchester, Andy Burnham, señaló que el presunto atacante podría haber muerto a causa de disparos policiales. La policía no ha podido certificar el estado del sospechoso debido a que lleva “objetos sospechosos” que están siendo examinados por expertos en desactivación de bombas.
La sinagoga, fundada en 1935 y ubicada en el barrio de Crumpsall, acoge a la comunidad judía ortodoxa asquenazí, liderada actualmente por el rabino Daniel Walker. La Policía del Gran Manchester confirmó que dispararon al presunto atacante y pidió a la población que evite la zona mientras continúan las investigaciones.
Starmer expresó estar “horrorizado” por el ataque y destacó su gravedad al coincidir con Yom Kippur. El rey Carlos III y la reina Camila manifestaron estar “profundamente conmocionados” por el suceso, especialmente en un día tan significativo para la comunidad judía.
Por su parte, Kemi Badenoch, líder del Partido Conservador, calificó el incidente de “vil y repugnante” y subrayó la necesidad de combatir el aumento del antisemitismo en el país.
DCN/Agencias