El lunes es un día que a muchos les genera malestar. La transición de la relajación del fin de semana a las responsabilidades laborales, escolares o del hogar puede resultar abrumadora y afectar el estado de ánimo. Este fenómeno, conocido popularmente como el "síndrome del lunes", refiere a la tristeza y desánimo que sentimos al regresar a nuestras obligaciones.
Aunque no se considera un diagnóstico clínico formal, es común entre psicólogos referirse a esto como la "tristeza del lunes por la mañana". Esta sensación se origina del contraste entre los días libres, donde hay más tiempo para disfrutar, y la rutina diaria, que a menudo se siente más pesada.
Este término, aunque no está incluido en los manuales de salud mental, se usa de manera informal para describir la falta de motivación, irritabilidad y estrés que muchas personas experimentan al comenzar la semana. Estudios han indicado que la ansiedad tiende a ser mayor el lunes en comparación con otros días, lo que respalda la existencia de esta sensación.
Entre los síntomas más comunes se encuentran:
No obstante, no todas las personas sufren este síndrome, y su intensidad puede variar según la satisfacción laboral y la calidad del descanso.
El malestar que se siente al iniciar la semana puede tener raíces psicológicas reales, más allá de una simple pereza. Expertos aseguran que se debe a una combinación de estrés laboral, falta de motivación y un ambiente de trabajo poco saludable. La diferencia entre levantarse para un trabajo satisfactorio y uno que no lo es puede ser notable.
Además, dormir más tarde durante el fin de semana altera el ritmo circadiano natural del cuerpo, lo que contribuye a la somnolencia y fatiga al inicio de la semana.
Aunque no se puede eliminar completamente la ansiedad del lunes, hay formas de sobrellevarlo mejor. Se sugiere planificar desde el viernes para dejar los asuntos resueltos y comenzar la semana con menos caos. Evitar sobrecargar los lunes con tareas exigentes y establecer rituales agradables al despertar, como un buen desayuno o escuchar música, también ayuda.
Por último, es recomendable no quedarse en cama demasiado tarde durante el fin de semana, para evitar la fatiga en los días siguientes. Manejar la tristeza del lunes puede mejorar notablemente la rutina y la calidad de vida.
DCN/Agencias