La recuperación de Emily ha sido todo un reto. Aunque los moretones y el dolor comenzaron a desvanecerse en las primeras semanas, le llevó seis meses recuperar la sensibilidad en algunas áreas de su rostro. Al preguntarle si se haría la cirugía nuevamente, Emily se muestra dudosa.
“Desde que me operé, he transformado mi vida. Estoy más saludable, bebo menos, cuido mi piel y duermo mejor”, confiesa. Sin embargo, añade: “Si hubiera sabido lo que sé ahora, quizás no lo habría hecho”. Lo curioso es que su mamá no se enteró de la cirugía hasta días después, cuando ella se lo contó.
A pesar de las dudas, Emily reflexiona y dice: “Solo quería ser la mejor versión de mí misma, y creo que lo he logrado”.
Las cifras de la Asociación Británica de Cirujanos Plásticos Estéticos revelan un aumento del 8% en estiramientos faciales en un año. Aunque no se desglosan por edad, muchos cirujanos han notado un cambio en el perfil de sus pacientes, especialmente entre la Generación X en Estados Unidos.
Nora Nugent, presidenta de Baaps, explica que este aumento se debe, en parte, al auge de medicamentos para perder peso. “Perder peso rápidamente puede dejar piel sobrante, y un estiramiento facial puede ayudar”, dice. Además, destaca que las técnicas han avanzado, eliminando el antiguo temor al “efecto túnel de viento”.
Enojo y a la vez cautela, ya que la cirugía sigue siendo un procedimiento serio que debe realizarse solo por cirujanos plásticos certificados. Simon Lee, un cirujano de Bristol, ha realizado cientos de estiramientos y muestra un video donde la paciente está alerta durante todo el proceso. Simultáneamente, realiza pequeñas incisiones y reposiciona tejidos para remodelar el rostro.
Lee menciona que los estiramientos faciales son ahora más accesibles, pudiendo realizarse sin sedación. Esta evolución ha llevado a un “momento emocionante” en la cirugía estética. Aunque los estiramientos clásicos son populares, tratamientos más innovadores también están ganando terreno.
No obstante, recuerda que este tipo de cirugía no es común entre los jóvenes. Existen riesgos como hematomas, infecciones y daños nerviosos. En el Reino Unido, el costo de un estiramiento facial oscila entre US$20,000 y US$60,000, aunque algunas clínicas ofertan precios más bajos. Investigar y elegir a un cirujano especializado es crucial.
DCN/Agencias