Revelaciones sobre torturas en prisiones secretas de la CIA
Un cable del año 2003, recientemente desclasificado, ha comenzado a circular, revelando hechos inquietantes sobre el uso de tácticas de tortura por parte de la CIA en prisiones secretas. Aunque la mayoría del documento está tachada, se han obtenido fragmentos que ofrecen una mirada sobre los métodos utilizados en aquellos años.
En el documento se menciona que un interrogador utilizaba un taladro eléctrico cerca de un prisionero con los ojos vendados como parte de una estrategia para forzarlo a revelar información sobre Al Qaeda tras los atentados del 11 de septiembre de 2001. Otra práctica descrita incluía colocar una pistola en la cabeza del detenido.
Las tácticas detalladas incluyen:
El prisionero en cuestión, Abd al-Rahim al-Nashiri, fue acusado posteriormente por el ataque al USS Cole en el año 2000. Las técnicas de interrogación que se emplearon, catalogadas como "mejoradas", eran en realidad actos de tortura sistemática, que incluían golpizas, privación del sueño y aislamiento.
Las acciones descritas en el cable ocurrió sin autorización y fueron omitidas en los informes enviados a la sede central de la CIA. Algunos colegas alarmados denunciaron estas conductas, lo que llevó a investigaciones que mostraron que el programa de la CIA operaba de manera incontrolada y finalmente contribuyeron a su cierre.
El documento de nueve páginas fue obtenido por James G. Connell III, abogado de otro acusado en Guantánamo. Connell ha estado trabajando para acceder a información desclasificada sobre las actividades de la CIA a través de la Ley de Libertad de Información. Este documento se convierte en un recordatorio del impacto que estas tácticas han tenido en los casos de terrorismo de los ex prisioneros, ya que los abogados continúan descubriendo detalles sobre los sitios de detención clandestinos más de dos décadas después.
DCN/Agencias