
En la costa noreste de Trinidad, han aparecido varios cadáveres tras el primer ataque de Estados Unidos en septiembre a un barco en el Caribe. El primer cuerpo, encontrado poco después del ataque, tenía quemaduras en el rostro y le faltaban extremidades, lo que sugiere que pudo haber sido afectado por una explosión.
Luego, días más tarde, un segundo cadáver apareció en una playa cercana, lo que atrajo a buitres. Este también presentaba daños severos, incluyendo un rostro irreconocible y una extremidad derecha mutilada.
Estos hallazgos han generado un enigma en Trinidad y Tobago: los aldeanos se preguntan sobre la identidad de las víctimas y si los ataques estadounidenses son responsables de sus muertes. La situación ha puesto de relieve las repercusiones de la intervención militar estadounidense en Venezuela, llegando a afectar a la nación caribeña.
La primera ministra de Trinidad, Kamla Persad-Bissessar, ha manifestado su apoyo a los ataques contra embarcaciones señaladas por el gobierno estadounidense de estar involucradas en el narcotráfico. Sin embargo, esto ha llevado a muchos en la región a cuestionar si estas acciones violan el derecho internacional y a pedir respuestas sobre las circunstancias de las muertes.
Lincoln Baker, un habitante de Cumaná, expresó estar convencido de que los dos cadáveres están relacionados con el ataque del 2 de septiembre, que dejó un saldo de 11 muertos. En Cumaná, una comunidad que alberga una mezcla de escuelas y lugares de culto, la inquietud sobre estos sucesos crece a medida que más cuerpos podrían aparecer en las costas.
La comunidad sigue con atención el desarrollo de estos eventos, a la espera de respuestas sobre el origen de los cuerpos y la relación con los recientes ataques en aguas circundantes.
DCN/Agencias