
El cardenal Baltazar Porras denunció que no pudo llegar a Isnotú, Trujillo, para participar en la celebración de la canonización de José Gregorio Hernández, programada para el 26 de octubre. A través de Instagram, Porras explicó que ha sido invitado por el obispo de Trujillo para oficiar una misa de acción de gracias, como es costumbre en las canonizaciones.
El 24 de octubre, recibió una llamada del viceministro de culto de la Conferencia Episcopal, quien le comunicó la “inconveniencia” de su asistencia, alegando la posibilidad de disturbios en la zona. Además, su vuelo de Conviasa fue declarado suspendido, aunque el cardenal refirió que el vuelo sí se llevó a cabo sin problemas a Valera.
Posteriormente, tomó un vuelo privado, pero durante el trayecto le informaron que debía aterrizar en Barquisimeto debido a fuertes vientos que, según dijeron, habían cerrado el aeropuerto de Valera. Sin embargo, luego se confirmó que el aeropuerto estaba operativo. En Barquisimeto, encontró una significativa presencia militar.
Porras intentó contratar una van para llegar por tierra, pero esa opción fue vetada por las autoridades. No se les permitió salir del aeropuerto, lo que obligó al cardenal y su equipo a regresar a Maiquetía. Señaló que le resulta preocupante la imposibilidad de desplazarse libremente y el despliegue militar en estas circunstancias. El cardenal aclaró que no recibió ninguna agresión física durante estos incidentes.
DCN/Agencias