
El consumo de las familias en México dio un paso atrás en julio de 2025, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). El Indicador Mensual del Consumo Privado registró un descenso del 0,3% en comparación con junio, y un ligero retroceso del 0,1% respecto al mismo mes del año anterior.
Este retroceso refleja una compleja situación: las familias mexicanas están reduciendo sus gastos en productos nacionales, mientras que están dispuestas a invertir en bienes importados. El informe indica que el consumo de bienes y servicios de origen nacional cayó 0,5%, mientras que el gasto en bienes importados creció un 1,7%. Anualmente, los bienes nacionales presentan una disminución del 0,7%, en contraste con un aumento del 5,5% en los importados.
Por otro lado, los servicios, como comidas en restaurantes y entretenimiento, mostraron un crecimiento del 0,7% en el último año, evidenciando cierta resistencia en este sector. Sin embargo, los bienes duraderos, como vehículos y electrodomésticos, sufrieron una caída cercana al 8% en julio en comparación con el año previo, lo que sugiere que las familias están postergando compras importantes debido a la incertidumbre económica.
El consumo privado es crucial para la demanda interna, y su desaceleración no pasa desapercibida. Hasta la fecha, el indicador ha acumulado una caída del 0,4% en 2025, un dato que indica que el mercado interno podría estar avanzando con freno de mano. Con tasas de interés altas y un entorno internacional complejo, surge la inquietud sobre si este es un tropiezo temporal o el inicio de una desaceleración más pronunciada en el consumo. Las familias parecen estar manejando sus gastos con mayor cautela, especialmente en compromisos financieros de largo plazo.
DCN/Agencias