¡Adiós al Rey del Jonrón! Carlos Rivero se retira como el noveno máximo slugger de la LVBP.
Carlos Rivero se despide del béisbol: un gigante se retira
Carlos Rivero, reconocido como el mejor slugger de su generación en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP), anunció su retiro como pelotero activo este martes en un emotivo comunicado compartido en las redes sociales.
A sus 38 años, el destacado toletero derecho culmina una carrera impresionante que abarcó 20 años, destacándose en 14 temporadas en el circuito invernal venezolano. Rivero, oriundo de Barquisimeto, dejó una marca indeleble en la LVBP al conectar 88 jonrones, posicionándose como el noveno jugador con más cuadrangulares en la historia de la liga.
“Hoy, con un torrente de emociones, anuncio oficialmente mi retiro del béisbol profesional”, manifestó Rivero en su despedida. “Estos 20 años han sido de aprendizajes, sacrificios y sueños cumplidos en este hermoso deporte que tanto me ha dado. Cierro este capítulo con la satisfacción de haberlo dejado todo en cada juego”.
Desde su debut en la LVBP durante la temporada 2011-2012 con los Leones del Caracas, Rivero ha sido un referente en el bateo. En su trayectoria, no hubo otro jugador que superara su total de cuadrangulares en este periodo; de hecho, su número de jonrones fue 11 más que su inmediato perseguidor, Balbino Fuenmayor.
Su camino comenzó con los Leones, donde jugó dos temporadas antes de ser transferido a los Bravos, en un intercambio que incluyó al lanzador Fernando Nieve. En Margarita, su paso fue breve, ya que solo disputó la campaña 2013-2014. Luego, se unió a los Cardenales de Lara, donde dejó huella a lo largo de ocho temporadas. Con los pájaros rojos, Rivero alcanzó el bicampeonato en 2018-2019 y 2019-2020, y su registro de 57 jonrones se convirtió en la cuarta mayor cifra en la historia de la franquicia.
Carlos Rivero se despide del terreno de juego, pero su legado permanecerá en la memoria de todos los fanáticos del béisbol venezolano. Su dedicación y amor por el deporte dejaron una huella profunda en la LVBP. ¡Gracias por todo, Carlos!
DCN/Agencias
