Se aproximan las últimas dos jornadas de la Eliminatoria de Conmebol, y para la Vinotinto, estas representan las últimas oportunidades para alcanzar, por primera vez, la clasificación a un Mundial. Antes de soñar con esa meta, es fundamental que aseguren el séptimo lugar en la tabla, el cual les abriría la puerta a la repesca.
El 4 de octubre, la selección se medirá a Argentina en su propia casa, mientras que el 9 de octubre recibirán a Colombia en el Monumental de Maturín, en Monagas. Este estadio se ha convertido en un fortín para la Vinotinto, donde aún se mantienen invictos, lo que genera grandes expectativas entre los hinchas.
La selección venezolana tiene una leve ventaja de un punto sobre Bolivia, pero todo puede cambiar en estos últimos partidos si los bolivianos logran dos victorias. Aunque parece complicado, no es imposible.
La Vinotinto tiene que depender de sí misma. Un empate en el Monumental de Buenos Aires sería un buen resultado, pero si se presenta la derrota, están obligados a ganar contra Colombia en Maturín. Este triunfo es vital para mantener la ventaja sobre Bolivia, que jugará contra Brasil en El Alto, a una altitud desafiante de 4.150 metros.
Por su parte, Bolivia tampoco tiene un camino sencillo. Primero enfrenta a Colombia de visitante, y luego tendrán que cerrar su campaña contra Brasil en casa. El desafío de jugar en El Alto, donde la altitud afecta a todos, podría ser un factor a su favor.
Una derrota de Bolivia ante Colombia sería lo ideal para Venezuela, especialmente si no logran vencer a Argentina. Luego, la Vinotinto necesita salir con todo a ganar contra Colombia en Maturín, lo que aseguraría su posición y complicaría cualquier intento de los bolivianos por acercarse.
El fútbol es impredecible, pero la esperanza está intacta. La afición venezolana se aferra a la posibilidad de ver a su selección en la mayor fiesta del fútbol. ¡Vamos, Vinotinto!
DCN/Agencias