Celebración de la Tomatina en Buñol: Un Mar de Tomates y Diversión
El miércoles, miles de personas de diversas nacionalidades se reunieron en la localidad española de Buñol para participar en la famosa “Tomatina”, una batalla de tomates que se ha convertido en un evento emblemático. Durante aproximadamente una hora, los asistentes lanzaron 120 toneladas de tomates extremadamente maduros, creando un espectáculo de color rojo en las calles.
En las fotos, se puede observar a los participantes cubiertos de pulpa de tomate, con camisetas blancas que rápidamente se transformaron en rosadas. La energía del lugar estaba acompañada por música electrónica, mientras los organizadores, reconocibles por sus camisetas verdes, abrían paso a los camiones cargados de tomates que servirían como munición.
Este año, la celebración es especial, no solo por la participación de unas 20.000 personas, sino también porque se conmemoran 80 años desde que comenzó este evento único, según la leyenda local. La tradición de la “Tomatina” se originó en 1945, y desde entonces ha crecido para atraer a una multitud internacional, siendo cancelada solo en dos ocasiones debido a la pandemia.
Además, el lema de este año, “Tomaterapia”, tiene un nuevo significado, ya que Buñol también fue afectada por inundaciones en el este de España en octubre de 2024. Durante la festividad, algunos residentes locales, apoyados por un partido político de izquierda, ondearon banderas palestinas y mostraron un cartel en contra de la campaña militar en Gaza.
La única regla de la batalla es aplastar los tomates antes de lanzarlos para mitigar el impacto, y algunos participantes optan por usar gafas de protección y tapones para los oídos debido al ruido. En cuanto al desperdicio, los organizadores aclaran que los tomates son cultivados específicamente para la “Tomatina” y no son aptos para el consumo humano.
El inicio y fin de la batalla se marcan con un disparo de cañón. Al finalizar, los asistentes utilizan duchas comunitarias para limpiarse, mientras los trabajadores se encargan de remover la mezcla de pulpa y jugo de tomate de las calles.
DCN/Agencias