El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, negó el viernes que la imputación del exdirector del FBI, James Comey, sea por venganza, afirmando que «es por justicia». Al ser consultado por periodistas en la Casa Blanca, Trump se mostró firme: «No se puede permitir que esto siga ocurriendo».
Trump calificó a Comey como una persona «enferma» y de «la izquierda radical», acusándolo de ser un «policía corrupto». Estas declaraciones surgen tras que un gran jurado en Virginia imputara a Comey, presentando cargos de declaración falsa y obstrucción, después de que el Departamento de Justicia emitiera estos cargos. Esta imputación se dio días después de que Trump instara a la fiscal general, Pam Bondi, a actuar contra sus opositores políticos.
En específico, Comey enfrenta acusaciones por haber mentido al Congreso durante su comparecencia en septiembre de 2020, cuando negó ser responsable de filtrar información sobre la investigación de los vínculos de Trump con Rusia. Trump comentó: «El único problema es que él no pensó que lo atraparían, y lo atraparon». Sobre las afirmaciones de Comey, Trump añadió: «Mintió en muchas cosas, pero esta fue muy importante».
Minutos antes, en su red social Truth Social, Trump había calificado a Comey como «un destructor de vidas» y advirtió que deberá pagar un «precio muy alto» por sus mentiras.
Por su parte, Comey defendió su inocencia, instando a los estadounidenses a no vivir con miedo. Aseguró: «Me duele el corazón por el Departamento de Justicia, pero tengo una gran confianza en el sistema judicial federal, y soy inocente, así que tengamos un juicio y mantengamos la fe».
DCN/Agencias