Un fuerte incendio se produjo en una fábrica de fuegos artificiales en la Zona Industrial Sur de Maracaibo, generando un gran impacto en la comunidad zuliana. La explosión dejó al menos 23 personas heridas y arrasó con 482 viviendas, además de afectar negocios locales y pertenencias familiares.
Las autoridades han asegurado que el fuego fue contenido en la zona afectada. Equipo de El Público TV llegó el día siguiente para documentar la situación de quienes resultaron perjudicados por la explosión.
Testimonios de dolor
El comerciante José Tomás Hernández expresó su frustración tras ser víctima de un saqueo en su negocio, donde perdió productos adquiridos recientemente para abastecer la demanda de la comunidad. Además, lamentó la pérdida de su horno, esencial para su emprendimiento de panadería.
Noreli Rodríguez, madre de cinco hijos, narró conmovedoramente que apenas estaba desayunando con su familia cuando un vecino alertó sobre el peligro inminente. Aseguró que han perdido todo y, en ese momento, no sabía dónde dormir con sus hijos.
Carmelita Arrieta, quien estuvo viviendo en su casa por 15 años, fue una de las últimas personas en salir del lugar. Agradeció la ayuda de autoridades, pero también externó su anhelo de obtener respuestas sobre las promesas de apoyo y el censo realizado en la comunidad. Su esposo se queda entre los escombros para proteger lo poco que les queda.
Solidaridad en acción
La tragedia ha movilizado a la comunidad. Gabriela Fernández, estudiante de medicina, comentó que inició una colecta que pronto recibió gran apoyo, con donaciones de ropa, alimentos e insumos. Otra familia desde los Puertos de Altagracia también aportó ayuda en memoria de su madre, quien había sido una luchadora social.
Yanira Pérez, representante comunitaria, destacó que las donaciones se manejan con transparencia y agradecimiento, revelando un fuerte sentido de unión entre los vecinos. Además, los supermercados locales han funcionado como centros de acopio.
Lo que esperan los afectados
Los damnificados exigen soluciones concretas, como viviendas temporales, indemnizaciones justas y programas de reconstrucción que les devuelvan la estabilidad. También demandan claridad en la distribución de las ayudas y un compromiso real del gobierno para apoyar a quienes han perdido negocios y hogares.
Este incendio ha dejado dolor e incertidumbre en la comunidad, evidenciando al mismo tiempo la solidaridad de quienes se unieron para ayudar a quienes más lo necesitan en este difícil momento.
DCN/Agencias