En una tarde helada de diciembre en Westford, Massachusetts, Tiki, un gato ciego de 20 años, se encontraba en una situación crítica, atrapado en un pequeño trozo de hielo en el lago Nabnasset. Su destino cambió gracias a un grupo de personas solidarias.
El 16 de diciembre, Dawn F., una residente del área, notó algo inusual en el lago. Observó a Tiki flotando a unos 9 a 12 metros de la orilla, rodeado de hielo. Alarmada, contactó al control de animales de Westford. La situación se complicó rápidamente cuando el hielo comenzó a romperse.
A pesar de los riesgos, dos trabajadores de una obra cercana, Kris S. y Nate P., decidieron ayudar. Kris empujó un bote lo más lejos posible y Nate, con una pala, rompió el hielo para alcanzar al gato. En un momento crítico, Nate logró rescatar a Tiki justo cuando apenas su cabeza se asomaba sobre el agua helada. Ambos lo llevaron de regreso a la orilla. Las autoridades de control de animales reconocieron que, sin su intervención, no habría llegado a tiempo para salvarlo.
Una vez en la orilla, Tiki fue envuelto en mantas para recuperarse del frío, pero su estado era preocupante: temblaba, mostraba signos de letargo y su temperatura era tan baja que no se registró en el termómetro. A pesar de las dudas sobre su sobrevivencia, recibió atención veterinaria de inmediato. Mientras tanto, las autoridades comenzaron a buscar a su dueño.
Horas más tarde, apareció el propietario de Tiki, quien reveló que el gato se había escapado la noche anterior y que era ciego. De acuerdo a las autoridades de Westford, existe la sospecha de que Tiki fue perseguido por un depredador, lo que lo llevó a estar atrapado en el hielo durante la noche.
El rescate ha sido calificado como un milagro por el Westford Animal Control. El Departamento de Policía de Westford luego compartió en sus redes sociales que Tiki ya se encuentra en casa y fuera de peligro. Este evento subraya la capacidad de la comunidad de unirse para ayudar en situaciones críticas.
DCN/Agencias