El ajo es un ingrediente esencial en la cocina, conocido por su distintivo sabor y aroma. Sin embargo, el olor poderoso del ajo puede quedarse en las manos durante mucho tiempo, lo que resulta incómodo.
Al cortar o machacar el ajo, se activa una enzima llamada alinasa que descompone otros compuestos, generando alicina. Este componente se descompone rápidamente en otros compuestos sulfurados, como el disulfuro de alilo, que son los que aportan ese olor característico y duradero.
Pero, ¿por qué se adhiere tanto a la piel? Estos compuestos se conectan con los aceites naturales que produce nuestro cuerpo, dificultando su eliminación.
Afortunadamente, hay varias formas efectivas de eliminar este aroma persistente, y la ciencia proporciona la razón detrás de su eficacia.
Frotar con acero inoxidable: Pasa tus manos sobre un objeto de acero inoxidable, como una cuchara o el fregadero, mientras las enjuagas con agua. Este método funciona porque el azufre del ajo se une al cromo del acero inoxidable, neutralizando el olor.
Jugo de limón o vinagre: La acidez de estos productos ayuda a descomponer las moléculas responsables del olor. Puedes frotar tus manos con una rodaja de limón o una cucharada de vinagre, y luego enjuagarlas bien con agua y jabón.
Café molido: Este ingrediente es famoso por su capacidad de absorber olores. Frota un poco de café molido en tus manos húmedas y luego enjuágalas. El aroma a café no solo enmascara el olor a ajo, sino que también lo neutraliza.
Pasta de sal y bicarbonato de sodio: Ambos son abrasivos suaves y desodorantes naturales. Mezcla sal o bicarbonato con un poco de agua para formar una pasta, frota tus manos con ella y luego enjuaga. Esta mezcla ayuda a remover las células muertas de la piel que pueden retener el olor.
Estos sencillos métodos te permitirán disfrutar de las propiedades del ajo en tus platillos sin preocuparte por el intenso olor en tus manos.
DCN/Agencias