Carlos Benucci, un venezolano, llegó a Carolina del Norte tras dejar su país debido a presiones políticas. Antes de emprender con su food truck, Pana’s Flavor, Carlos se dedicaba al activismo político y cursaba sociología, pero tuvo que salir de Venezuela por amenazas a su seguridad y la de su familia.
Al llegar a Estados Unidos, se reunió con sus hermanos y vio en el negocio de la comida una oportunidad. Aunque ya tenía experiencia con un emprendimiento italiano en Venezuela, se unió al proyecto familiar Pana’s Flavor, que se había gestado entre ellos. Así inició su camino culinario, enfocándose en recetas venezolanas, con la empanada como uno de los platos más populares.
El food truck no permanece fijo. Se desplaza según eventos y festivales, lo que permite a Carlos exponer la gastronomía venezolana. Afirma que el menú ha sido un éxito y que la mayoría de sus clientes son estadounidenses, quienes aprecian los sabores caribeños.
Sin embargo, las dificultades son parte de su día a día. La logística de la operación conlleva retos como el manejo de un cronograma y posibles averías mecánicas. Carlos menciona que, a pesar de los obstáculos, disfruta trabajar en la calle y considera fundamental dar a conocer su cultura gastronómica.
La comunidad venezolana, aunque pequeña, ha crecido. Carlos asegura que él y su familia se esfuerzan por ofrecer un buen servicio, especialmente cuando sirven a compatriotas. A pesar de la nostalgia por su país, mantiene esperanzas de regresar algún día.
Con ambiciones de crecer, Carlos contempla la posibilidad de abrir un nuevo camión o un local, siempre priorizando la calidad de sus platillos. Mientras tanto, continúa desarrollando su food truck, confiado en que su esfuerzo y dedicación rendirán frutos.
DCN/Agencias