Madre e hijo condenados: un escalofriante crimen que dejó huella tras el asesinato de un hombre.
Un joven de 25 años, Yonathan José Gutiérrez Orfila, fue asesinado en el barrio Unión de la parroquia Vista Hermosa, en el municipio Angostura del Orinoco, estado Bolívar. En este caso, su pareja, Norma Carolina Araya, de 45 años, y su hijastro, José Gregorio Castro Araya, de 18 años, fueron condenados por su implicación en el hecho.
José Gregorio Castro Araya recibió una condena de 17 años y seis meses de prisión por la muerte de su padrastro. Este acontecimiento se produjo durante una discusión entre la víctima y Araya, en la que el joven escuchó gritos provenientes de la habitación de su madre. Al entrar, se encontró con el altercado, donde Gutiérrez Orfila amenazó a los hermanos para que no intervinieran. A raíz de esta situación, la confrontación escaló y Castro Araya atacó a su padrastro, golpeándolo en el pecho y empujándolo contra la pared. La madre intervino para separarlos.
Posteriormente, Gutiérrez Orfila fue llevado al Complejo Universitario Hospitalario Ruiz y Páez en Ciudad Bolívar, donde llegó sin signos vitales. Los médicos de guardia, al examinar el cuerpo, notificaron al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) debido a los hematomas evidentes.
Las investigaciones corroboraron que la muerte del hombre fue a causa de los golpes propinados por su hijastro, mientras que la madre oculta el hecho. Por esta razón, ambos fueron detenidos por el Cicpc tras ser emitida una orden de aprehensión por el Tribunal 2° de Control de Ciudad Bolívar.
La Fiscalía 4a de Ciudad Bolívar formalizó los cargos contra Castro Araya por homicidio intencional calificado con alevosía y a su madre por encubrimiento.
El caso resalta las tensiones familiares que pueden desencadenar en situaciones letales y la responsabilidad judicial que conllevan tales acciones.
DCN/Agencias
