La curiosa historia de Juancho, el caimán del Orinoco en un hogar de Carúpano
Cecilia González, periodista venezolana, recuerda su infancia en Carúpano, donde su hogar, más que una casa, era un zoológico. A diferencia de otros niños que tenían mascotas comunes, González creció rodeada de diversos animales como monos, un oso hormiguero, perezosos, chigüires y aves de corral.
Los animales llegaban a su hogar principalmente a través de vecinos que los rescataban o que ya no podían cuidarlos. Sin embargo, un habitante particular era Juancho, un caimán del Orinoco (Crocodylus intermedius), considerado uno de los mayores depredadores de América Latina. Este reptil, que vivía libre en el patio, era una atracción especial, ya que no era un cocodrilo cualquiera.
La historia de Juancho tiene un trasfondo interesante. Su primera aparición fue a principio de la década de 1980, cuando un hombre, procedente del estado Bolívar, llegó a la casa de González con un balde que contenía un pequeño caimán de 32 centímetros. El hombre explicó que lo había encontrado cerca de un río que se había desbordado.
Hoy en día, Juancho se encuentra en un acuario de Estados Unidos y desempeña un papel importante en la conservación de su especie, la cual está clasificada como "en peligro crítico" de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
La historia de este caimán no solo resalta el vínculo especial entre González y los animales de su infancia, sino que también pone de manifiesto las preocupaciones sobre la supervivencia de las especies nativas en Venezuela.
DCN/Agencias