Estrategias para que los niños recuperen su ritmo de sueño antes de volver a clases.

Cuando llegan las vacaciones, es común que los niños se acuesten más tarde de lo usual, pero al acercarse el regreso a clases, es fundamental restablecer la rutina de sueño. Este ajuste es clave para que los niños se adapten de forma saludable al nuevo ciclo escolar.

Durante el periodo vacacional, los horarios de sueño pueden alterarse, llevándolos a levantarse y acostarse más tarde. Si no se corrige esta situación, el inicio de clases puede traer consigo cansancio, mal humor y dificultades para concentrarse en las actividades escolares.

Un sueño adecuado beneficia la memoria, el aprendizaje y el rendimiento académico, además de fortalecer el sistema inmunológico. También contribuye a que los niños sean más receptivos y tengan una mejor disposición para interactuar con sus compañeros y profesores.

Para facilitar la transición, es recomendable ajustar poco a poco los horarios antes del regreso a clases, permitiendo que el cuerpo se adapte sin cambios abruptos. Dormir lo suficiente no solo es un hábito saludable, sino que se convierte en una herramienta esencial para garantizar un regreso al colegio exitoso, lleno de energía y motivación.

### Ajustando los horarios de sueño

De acuerdo a Celia García Malo, especialista del Instituto Europeo del Sueño, durante la primera semana de clases puede ser complicado evitar la somnolencia y el mal humor. Sin embargo, con una buena gestión de los horarios, el cuerpo se ajustará pronto nuevamente a la normalidad.

Un método eficaz es comenzar unos días antes de que inicien las clases, acostando a los niños un poco más temprano cada noche. También se sugiere que hagan siestas, pero no muy tarde, limitando estas a una hora y media o dos horas y evitando que sean después de las 3 p.m. para no afectar el sueño nocturno.

Por las noches, es aconsejable evitar actividades que los estimulen, como los videojuegos o deportes intensos. En su lugar, se proponen actividades más tranquilas, como leer un cuento.

Además, el ambiente del cuarto debe ser propicio para el descanso: se recomienda reducir juguetes, apagar la televisión, usar luz tenue y mantener una temperatura agradable.

La cena también impacta en el sueño; es recomendable evitar alimentos altos en azúcar o grasas que puedan dificultar el sueño.

Por las mañanas, aunque pueda ser complicado, es importante levantar a los niños de inmediato y no dejarlos “cinco minutos más.” Esto ayuda a reanudar la rutina y disminuir actitudes rebeldes.

Hablar de forma cariñosa sobre la importancia de descansar bien para tener un buen día también es beneficioso. Con paciencia y constancia, los niños retomarán su horario de dormir para este nuevo año escolar.

Vía Diario 20001

DCN/Agencias

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