Emotivo adiós: Messi se despide del público argentino en su último partido como local
La Última Grandiosa de Messi en Casa: Un Despedir a lo Grande
Este 5 de septiembre, Lionel Messi se despidió por todo lo alto en su último partido oficial en casa con la selección argentina, donde la Albiceleste se impuso 3-0 a Venezuela. Una noche mágica, llena de sentimientos, donde la hinchada no dejó de aclamar al astro del fútbol, que se emocionó hasta las lágrimas en compañía de su familia.
Desde que los argentinos ingresaron al Monumental de Buenos Aires, 85,000 fanáticos desbordaron amor por el hombre de 38 años que brilla en el Inter Miami. Con un doblete, Messi fue el protagonista clave de la victoria en esta penúltima fecha de las eliminatorias hacia el Mundial 2026.
Acompañado por sus tres hijos, Benjamín, Thiago y Mateo, y su esposa Antonela Roccuzzo, el momento fue aún más especial. La emoción lo envolvió al pisar el campo; apenas comenzando el calentamiento, le resultó difícil contener las lágrimas. Durante el himno nacional, se sintió abrumado por el estruendo de la multitud y eligió un conmovedor silencio.
Con una pancarta que decía "Gracias por todo, mi capitán", los fans le rindieron homenaje desde las gradas. Aunque no se destacó durante gran parte del primer tiempo, Messi brilló al abrir el marcador en el minuto 39, tras una asistencia de Julián Álvarez, que desencadenó un abrazo de celebración entre sus compañeros.
La noche se llenó de cánticos como “Vení, vení, cantá conmigo…” y “Olé, olé, olé, Messi, Messi”, mientras la hinchada comenzaba a despedirse de su ídolo. A pesar de errar una clara oportunidad, los seguidores pronto lo respaldaron con un sonoro “Messi, Messi”.
El segundo gol llegó por su genialidad: cobró una falta rápido, dándole el pase a Nicolás González, quien conectó la cabeza con Lautaro Martínez. A los 80 minutos, Messi selló la noche con su segundo gol, celebrando ante una afición que lo veneraba.
Al final, los gritos de su nombre resonaron por el estadio, acompañado de fuegos artificiales y abrazos de sus compañeros. Una ovación eterna, un cierre emotivo para un gigante del fútbol que comenzamos a despedir con nostalgia.
DCN/Agencias
