Convocado por el presidente argentino Javier Milei, el llamado a una Mesa Federal de Diálogo ha generado un bajo entusiasmo en el país. Este llamado surge tras la reciente derrota electoral del gobierno en la Provincia de Buenos Aires. La propuesta ha sido objeto de críticas por parte de sectores de la oposición, quienes cuestionan tanto la iniciativa como la influencia de Karina Milei, hermana del mandatario y secretaria general de la Presidencia, involucrada en un escándalo relacionado con la venta de medicinas para discapacitados.
Rodolfo Aguiar, secretario general de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), ha manifestado su descontento ante la decisión del gobierno de Milei tras la pérdida en territorio bonaerense. En un mensaje en la red social X, Aguiar consideró “inaceptable” la respuesta del gobierno y señaló la necesidad de aceptar la derrota y cambiar el rumbo económico, advirtiendo que una Mesa Política no ayudará a los trabajadores a llegar a fin de mes. Además, anunció que ATE estará “en alerta y asamblea permanente”, advirtiendo a los gobernadores sobre posibles complicidades en lo que considera “impunidad”.
Desde el ámbito legislativo, el diputado nacional de Republicanos Unidos, Ricardo López Murphy, opinó que la mesa de diálogo no generará cambios significativos, al igual que sus participantes. Por su parte, Esteban Paulón, también legislador nacional, expresó que el presidente solo “simula cambios” y enfatizó que el gobierno debería centrarse en el plan económico en lugar de en la política.
La reacción ante la convocatoria de Milei refleja un clima de desconfianza y desaprobación hacia su gestión tras los recientes resultados electorales, que han sembrado dudas sobre el futuro político y económico del país.
Fuente: Prensa Latina
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DCN/Agencias