Los choferes de carritos por puesto en Maracaibo, junto con los usuarios del servicio, han expresado su preocupación por el aumento constante del pasaje, atribuido al incremento del dólar, que impacta el costo de la gasolina y el mantenimiento de los vehículos.
En una encuesta reciente, Rolando Enrique Zurbarán Arrieta, chofer de la Ruta Bellavista, destacó las dificultades que enfrenta, afirmando que sus ingresos diarios rondan los 8.000 bolívares, de los cuales destina 3.100 a la gasolina, sin incluir lo necesario para el mantenimiento. Comenta que en un día de trabajo de 13 horas, apenas le quedan 720 bolívares. Propone establecer el pasaje en 0.50 dólares y sugiere aumentar los subsidios para la gasolina.
Por su parte, Josefina Gámez, usuaria frecuente del transporte, considera el aumento del pasaje como algo comprensible, aunque reconoce que los más afectados son quienes ganan el salario mínimo. Hace hincapié en que con 50 bolívares no se puede costear una vuelta, lo que complica a quienes dependen de ese ingreso.
Blanca Surga, docente y pasajera habitual, describe el aumento como un «golpe al bolsillo», afirmando que las familias numerosas son las más perjudicadas. Señala la necesidad de salarios dignos que se ajusten a los gastos diarios, incluyendo el transporte.
Zuly Blanco, funcionaria del Ministerio de Educación, refleja su frustración, mencionando que su sueldo mínimo no le alcanza para cubrir todos los gastos diarios, especialmente en transporte. Comenta que, aunque comprende la situación de los choferes, considera injusto el actual costo del pasaje.
Amaury Lambraño, conductor de la Línea La Limpia, menciona que el aumento del pasaje es una respuesta lógica al incremento del dólar y a los costos de gasolina y mantenimiento de vehículos. Sugiere anclar el pasaje a 0.40 dólares, argumentando que el costo actual no es sostenible para ellos.
Así, la realidad del costo del pasaje en Maracaibo refleja una crisis tanto para los transportistas como para los pasajeros, destacando la necesidad de encontrar soluciones que equilibren los costos operativos con la capacidad de pago de la población, especialmente para quienes tienen ingresos bajos.
DCN/Agencias