En La Paz, parroquia Cecilio Acosta de Maracaibo, un grupo de niños, jóvenes y adultos encuentra en la danza su forma de expresión y aprendizaje. Bajo la dirección del profesor Darwin Vílchez, la Fundación Renacer Cultural Marabino florece desde hace 14 años, integrando a sus participantes tres veces por semana en el mágico mundo del baile.
Sin fines de lucro, esta fundación ha afrontado desafíos a lo largo del tiempo, pero su compromiso con la cultura venezolana sigue firme. Su enfoque está en promover la danza tradicional y el folclore nacional, enseñando a sus jóvenes el valor y la belleza de estas expresiones artísticas.
El profesor Vílchez considera que la danza no solo transforma vidas, sino que también es fundamental para la formación integral de los participantes. Actualmente, tiene planes de combinar el baile con la formación teatral para enriquecer aún más la experiencia de sus alumnos.
La academia, que inició con apenas seis alumnos, ha crecido hasta contar con 30 participantes activos, que asisten a clases de 4:00 p.m. a 8:00 p.m. En el pasado, la fundación había establecido tres escuelas en la parroquia, pero circunstancias externas las hicieron desaparecer.
Vílchez enfatiza que no hay límites de edad para aprender a bailar, lo que se refleja en la diversidad de su alumnado. Junto a su equipo, que incluye a un coreógrafo y coordinadores, se esfuerzan por mantener el grupo a flote y con metas ambiciosas, como la búsqueda de una sede permanente donde impartir clases.
Actualmente, utilizan los espacios de la Casa Cultural y Comunal "Manos de Dios", en la frontera de La Paz. Aceptan contribuciones económicas modestos, como una inscripción de 5 dólares, para mantener sus actividades, mientras que las niñas pagan una mensualidad igual, y los niños están exonerados a cambio de ayudar en la confección de los trajes.
La creación de vestuarios es uno de los mayores retos económicos, con un conjunto de trajes alcanzando costos altos, y su trabajo se apoya en colaboración entre padres y actividades generadoras de fondos, como bailes de quince años.
Entre sus sueños, Vílchez anhela consolidar un espacio propio, ya que actualmente su equipo manual funciona desde casa y sus relaciones con autoridades locales podrían ayudar a materializar este sueño.
Con iniciativas dirigidas a empoderar a la juventud, la Fundación trabaja en propuestas populares para crear empleo y recursos en la comunidad, con la esperanza de que esos planes finalmente se concreten.
Para más información, se puede contactar a la Fundación al teléfono: 0426-301.07.35.
DCN/Equipo de Farándula