Un grupo internacional de científicos ha hecho un hallazgo significativo al identificar cinco fósiles de leopardos de las nieves, lo que brinda una nueva perspectiva sobre la expansión de esta especie en Asia y Europa durante las últimas eras glaciares. Esta investigación, publicada en la revista Science Advances, detalla la historia evolutiva del leopardo de las nieves en el Cuaternario y su dispersión desde la meseta tibetana hasta la península ibérica, alejándose de los típicos hábitats de alta montaña.
El estudio, dirigido por Qigao Jiangzuo de la Universidad de Pekín y Joan Madurell de la Universitat Autònoma de Barcelona, indica que los leopardos de las nieves prefieren terrenos rocosos y climas fríos, en lugar de las grandes altitudes, lo que podría ser crucial para su conservación, según informa EFE.
Los leopardos de las nieves (Panthera uncia), que habitan en altitudes superiores a los 2.000 metros, están en grave peligro de extinción, con una población estimada en solo 4.000 individuos. Hasta ahora, se habían encontrado restos fósiles no confirmados en el norte de China y Europa, pero su autenticidad y posición en la clasificación filogenética no estaban claras.
En la nueva investigación, se revisaron varios restos asignados al leopardo común (Panthera pardus) en Europa y Asia, y se identificaron, por primera vez, cinco fósiles de leopardo de las nieves. Estos fósiles, encontrados en lugares como China, Francia y Portugal, datan de hace aproximadamente un millón de años y revelan características que distinguen a esta especie de su pariente más común.
Mientras que los leopardos comunes están adaptados para cazar en hábitats más densos, los leopardos de las nieves han evolucionado para dominar terrenos montañosos escarpados. Sus adaptaciones incluyen dientes más grandes, cráneos abovedados y extremidades fuertes, ideales para atrapar presas robustas, como cabras montesas.
El hallazgo más notable en Portugal se produjo en el año 2000, cuando un esqueleto parcial, conocido como el "leopardo de Algar da Manga Larga", fue descubierto por aficionados a la espeleología en Porto de Mós. Este fósil representa un eslabón inesperado en la línea evolutiva de los leopardos de las nieves en Europa.
Finalmente, el estudio sugiere que la presencia de espacios abiertos, más que la altitud o la nieve, podría haber facilitado la llegada de los leopardos de las nieves a Portugal hace alrededor de 900.000 años. Esto da un rayo de esperanza en el contexto de cambio climático actual para la conservación de la especie.
DCN/Agencias