Bolsonaro presenta mejoría a pesar de su diagnóstico de «anemia persistente y alteración de la función renal»

El expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue hospitalizado de emergencia el martes tras presentar vómitos, mareos y presión arterial baja. Desde el 4 de agosto, cumple prisión domiciliaria debido a su condena por intento de golpe de Estado.

El exmandatario, de 70 años, ingresó a un hospital privado en Brasilia con signos de deshidratación y una frecuencia cardíaca elevada. Los exámenes realizados revelaron un cuadro de anemia persistente y alteración en la función renal, con niveles elevados de creatinina. También se le practicó una resonancia magnética del cráneo, que no mostró cambios neurológicos agudos.

Después de pasar la noche en la clínica, su condición mejoró de forma «parcial» gracias a la hidratación y al inicio del tratamiento con medicamentos. El equipo médico indicó que será reevaluado durante el día para determinar si necesita permanecer en el hospital.

Bolsonaro y siete de sus aliados fueron condenados la semana pasada por la Primera Sala del Tribunal Supremo a penas de entre 16 y 27 años de prisión, tras ser hallados culpables de planear un golpe de Estado después de perder las elecciones de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. El exjefe de Estado recibió la condena más severa, de 27 años y 3 meses, por «liderar» el complot para desmantelar el Poder Judicial y perpetuarse en el poder.

El domingo anterior, Bolsonaro había ido al hospital para la retirada de lesiones en la piel, donde también se detectó su anemia y signos de una reciente neumonía. Esta salida se realizó con la autorización del magistrado del Supremo, Alexandre de Moraes, quien supervisa los procesos en su contra.

Bolsonaro ha enfrentado problemas de salud recurrentes desde que recibió una puñalada en 2018 durante un mitin electoral en Minas Gerais.

DCN/Agencias

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