
En los hogares venezolanos, es habitual recurrir al congelador como método para extender la vida de los alimentos y disminuir el desperdicio. Esta práctica es apoyada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA), que la considera una manera efectiva de conservación.
Sin embargo, expertos en el área alimentaria advierten que la congelación no es adecuada para todos los productos. Congelar ciertos alimentos puede afectar su calidad, alterando su sabor, textura e incluso comprometiendo la seguridad alimentaria. Según Shawn Matijevich, chef e instructor de Artes Culinarias, el inconveniente principal se debe al agua que contienen los alimentos. Al congelarse, el agua se expande y rompe las células, lo que puede resultar en daños significativos al ser descongelados.
Matijevich señala: "Al descongelar, se pierde humedad y la textura cambia. Las verduras así tratadas se vuelven blandas y tienden a oxidarse rápidamente."
Para preservar la calidad, hay ciertos alimentos que no deberían colocarse en el congelador:
Las verduras, frutas y hierbas que dependen de su frescura son las más afectadas por la congelación, lo que compromete su textura y nutrición.
Los productos lácteos con gran cantidad de humedad tienden a separarse y perder textura.
Congelar huevos enteros no solo altera su sabor, sino que también puede afectar la seguridad alimentaria, ya que el líquido se expande, lo que podría romper la cáscara y exponer el contenido a bacterias. Se recomienda batir los huevos y guardarlos en recipientes herméticos antes de congelarlos.
Para los alimentos que sí son aptos para la congelación, como carnes y panes, los expertos sugieren sellar al vacío o eliminar el aire en bolsas o recipientes para minimizar la oxidación y mantener la calidad.
Con información de Caraota Digital.
DCN/Agencias