El canciller venezolano Yván Gil rechazó un comunicado de Noruega en el que se denuncia un aumento de las desapariciones forzadas en Venezuela, calificándolo de «intervencionismo ilegal e inmoral». El gobierno venezolano expresó su firme oposición a las declaraciones noruegas, asegurando que estas utilizan «argumentos manipulados» para «atacar a la democracia» del país.
Gil hizo hincapié en que el pronunciamiento de Noruega se suma a una «amenaza contra la soberanía» venezolana y consideró que la Cancillería noruega interfiere en los asuntos internos de una «democracia fuerte y participativa». Además, el ministro de Exteriores acusó a Noruega de justificar, con sus declaraciones, la supuesta agresión militar de Estados Unidos contra Venezuela, aludiendo a los recientes movimientos navales de EE.UU. en la región bajo el pretexto de combatir el narcotráfico.
En su comunicado, Noruega había expresado preocupación por las desapariciones vinculadas a las elecciones en Venezuela, específicamente durante y alrededor de los comicios presidenciales previstos para julio de 2024. Noruega señaló que le alarmaba el uso de desapariciones forzadas y el presunto uso excesivo de la fuerza por parte de agentes del Estado contra manifestantes.
Además, Noruega instó al Gobierno venezolano a adherirse al derecho internacional para prevenir daños a las víctimas, enfatizando que el uso de la desaparición forzada para silenciar a opositores y defensores de derechos humanos es inaceptable. La nación europea abogó por el cese de la violencia política y el respeto al derecho de los venezolanos a la libertad de expresión y participación política pacífica.
DCN/Agencias