La economía de EE. UU. tuvo un fuerte repunte en el segundo trimestre de 2025, creciendo a una tasa anual del 3,3%, según la segunda estimación de la Oficina de Análisis Económico (BEA). Este resultado contrasta con el primer trimestre, donde el Producto Interno Bruto (PIB) real se contrajo un 0,5%.
Este dinamismo fue impulsado principalmente por la disminución de importaciones, que afectan negativamente el PIB, y un incremento en el gasto de los consumidores, aunque las caídas en inversiones y exportaciones también impactaron. La revisión al alza de tres décimas respecto al cálculo inicial muestra un mejor desempeño en inversión y consumo, aunque se vio compensada por un ajuste en el gasto público y un aumento mayor en las importaciones.
En cuanto a la inflación, las ventas finales a consumidores locales crecieron un 1,9%, superando la estimación previa de 1,2%. El índice de precios, medido por las compras internas, avanzó un 1,8% en el trimestre, mientras que el índice de gasto en consumo personal (PCE) se situó en un 2%. Sin contar alimentos y energía, el PCE subyacente mantuvo un aumento del 2,5%, como se había estimado antes.
Además, el ingreso interno bruto real (GDI) mostró un notable incremento del 4,8%, tras un ligero aumento del 0,2% en el primer trimestre. En promedio, la combinación de PIB y GDI creció un 4%.
Por otra parte, las utilidades corporativas también mostraron signos de recuperación, con un aumento de 65.500 millones de dólares, en contraste con la caída de 90.600 millones del primer trimestre. La BEA anunció que en septiembre se integrarán datos más completos acerca de salarios y sueldos del primer trimestre, lo que podría ajustar las cifras en la próxima actualización de cuentas nacionales.
DCN/Agencias