Un joven venezolano de 23 años fue enviado a prisión por su presunta participación en el asesinato de su expareja en la ciudad de Medellín. El femicidio tuvo lugar en el corregimiento de San Antonio de Prado, donde la víctima, de 37 años, era la encargada de la cocina de una fonda y el agresor trabajaba en las caballerizas del mismo lugar.
Durante ese domingo, el hombre se presentó en el establecimiento y comenzó a exigirle explicaciones a la víctima. Ella le solicitó que se marchara para poder seguir con sus tareas. Sin embargo, desoyendo su pedido, el hombre accedió a la cocina y, en un momento de descuido de la mujer, la atacó con un arma cortopunzante.
Las investigaciones mostraron que la víctima recibió seis puñaladas en el cuello y la cabeza. Luego del ataque, el agresor huyó del lugar, pero las cámaras de seguridad del local captaron el momento del ataque, lo que facilitó la labor de las autoridades.
Minutos después, el hombre fue detenido en una finca cercana, donde intentaba ocultarse. Según información de la Fiscalía, la relación había terminado dos meses antes debido a los reiterados maltratos físicos y psicológicos que la mujer había sufrido.
Las autoridades le imputaron los cargos de femicidio agravado y porte ilegal de armas. Posteriormente, un juez de control de garantías ordenó su internamiento en un centro carcelario.
El suceso ha generado gran impacto en la comunidad de San Antonio de Prado, con organizaciones sociales levantando su voz para recalcar la urgencia de implementar medidas más efectivas de protección para las mujeres que enfrentan situaciones de violencia.
DCN/Agencias