Cuatro ciudadanos de Trinidad y un venezolano fueron aprehendidos por el presunto tráfico de combustible. La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) reportó que los detenidos transportaban un total de 3.120 litros de gasolina en una embarcación. Esta estaba equipada con 13 recipientes destinados para el combustible, tres motores fuera de borda, 70 litros de aceite y dos teléfonos satelitales.
El operativo se llevó a cabo a 60 millas náuticas de Cabo Codera, en la costa norte del país, tras una persecución que permitió dar con los implicados. Los arrestados fueron puestos bajo custodia y su caso fue enviado a la Fiscalía para las investigaciones pertinentes.
La GNB destacó que estos operativos son parte de una estrategia más amplia para combatir el contrabando de combustible y cuidar los recursos energéticos del país. La institución reafirmó su compromiso de vigilancia en las áreas marítimas venezolanas.
En un incidente anterior, en febrero, autoridades militares venezolanas encontraron una embarcación abandonada en el estado Sucre, la cual contenía 3.960 litros de gasolina, junto con 18 recipientes plásticos y tres motores fuera de borda. Este hallazgo también formó parte de operativos de patrullaje orientados a minimizar actividades ilegales en las costas.
La persistencia del tráfico de combustible en las fronteras y costas venezolanas es un asunto que continúa preocupando a las autoridades. La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) ha intensificado los controles marítimos y aéreos para frenar el contrabando y asegurar la soberanía energética del país. Asimismo, la Fiscalía sigue adelante con sus esfuerzos por sancionar a quienes incurra en delitos de este tipo de acuerdo a la ley vigente.
Las medidas adoptadas son una respuesta a los riesgos que el tráfico de combustible representa tanto para la economía como para la seguridad en las zonas costeras. Las autoridades han incrementado patrullajes y persecuciones marítimas, a fin de identificar embarcaciones sospechosas y evitar actividades ilícitas. Se anticipa que los detenidos enfrentarán procesos judiciales y que los operativos actuales servirán como un disuasivo para prevenir futuros delitos en la región.
DCN/Agencias