Crisis en el fútbol: violencia en el Libertadores de América y las consecuencias para Independiente y Universidad de Chile
La noche del miércoles 20 de agosto se vivieron momentos de caos en el estadio Libertadores de América, en Avellaneda, Buenos Aires. Los disturbios obligaron a cancelar el partido entre Independiente y Universidad de Chile, y ahora la situación se complica, ya que la Conmebol estudia la posible eliminación de ambos equipos.
Antes de anunciar cualquier sanción, la Conmebol deberá llevar a cabo peritajes en las instalaciones del estadio, en cumplimiento de sus protocolos. Esto implica abrir un expediente, escuchar los argumentos de los clubes involucrados y analizar todas las evidencias antes de tomar una decisión que podría tardar hasta 15 días.
Néstor Grindetti, presidente de Independiente, se dirigió a la sede de la Conmebol en Paraguay para presentar su defensa. En caso de que ambos equipos sean descalificados, Alianza Lima de Perú pasaría automáticamente a las semifinales de la Copa Sudamericana.
Los primeros informes indican fallas en la seguridad del club local, que es responsable de mantener el orden en el estadio, pero también se ha destacado que los hinchas de la Universidad de Chile iniciaron los problemas al lanzar objetos a la tribuna rival, lo que podría acarrearles sanciones severas.
El artículo 18 del Código Disciplinario de la Conmebol menciona la posibilidad de descalificación o exclusión de futuras competencias, lo que está bajo revisión. Además, los equipos podrían enfrentarse a sanciones adicionales que los excluyan de torneos internacionales.
Mientras tanto, Independiente no podrá jugar como local este domingo 24 contra Platense, debido a los peritajes en curso. Javier Alonso, ministro de Seguridad de Buenos Aires, confirmó que la clausura se debe a la necesidad de investigar los daños en las tribunas.
El jueves 21 se realizó una inspección en el estadio para evaluar los destrozos. Se han iniciado aproximadamente 20 investigaciones judiciales relacionadas con los incidentes, y se busca identificar a los responsables de las agresiones, quienes enfrentarán cargos de «intento de homicidio».
A esta crisis se suma la inquietud por el estado de los heridos, incluyendo a cuatro personas hospitalizadas, dos en estado grave. Hasta el momento, el club argentino y la Liga Profesional no han realizado declaraciones oficiales sobre los incidentes.
La situación sigue sin resolverse, y el impacto de esta violencia podría dejar una huella profunda en el ámbito deportivo nacional y sudamericano.
DCN/Agencias