Repsol está en conversaciones con la administración de Donald Trump para establecer un marco regulatorio que le permita monetizar su producción en Venezuela, país donde aún opera a pesar de las restricciones impuestas a la industria petrolera. Josu Jon Imaz, CEO de Repsol, comentó durante una conferencia sobre los resultados del primer semestre que persiguen un diálogo constructivo y transparente con el gobierno estadounidense.
Imaz enfatizó que la empresa cumplirá con todas las normativas nacionales e internacionales relacionadas con sus operaciones. Actualmente, Repsol sigue activa en el país, proveyendo gas natural al mercado interno, el cual es clave para el sistema eléctrico venezolano, mientras busca una manera viable para comercializar su producción de petróleo y gas.
En cuanto a su situación financiera, la exposición patrimonial de Repsol en Venezuela se redujo a 330 millones de euros a finales de junio, una disminución respecto a los 504 millones de euros de finales de 2024. Este monto incluye la financiación de filiales, la inversión en el proyecto gasífero Cardón IV y cuentas por cobrar a Pdvsa.
Durante el primer semestre, la producción neta media de Repsol en Venezuela alcanzó los 70.500 barriles equivalentes de petróleo diarios, un aumento en comparación con los 65.000 barriles del año anterior. La importancia de las conversaciones con Washington se destaca después de que, a finales de marzo, el gobierno de Trump revocara permisos que permitían a diversas petroleras, incluida Repsol, exportar crudo desde Venezuela. Estas autorizaciones expiraron el 27 de mayo, lo que llevó a las empresas a reconsiderar sus operaciones.
Repsol continúa activa en el país mediante su participación en proyectos gasíferos como Cardón IV y en empresas mixtas de petróleo como Petroquiriquire.
DCN/Agencias