Valencia, 3 de julio de 2025. Las recientes lluvias en los Andes han devastado varios pueblos, dejando a sus habitantes en condiciones críticas. Arelis Villarreal, con sus cuatro hijos, se aferró a una reja para no ser arrastrada por el agua. “Nunca imaginé que el río creceria tanto”, expresó, recordando la fuerza que tuvo el río Chama, que golpeó principalmente a las localidades de Mérida, comenzando por Apartaderos y luego Escagüey, a 35 km de distancia.
Algunas 270 familias han quedado damnificadas y se reportan dos fallecidos. Arelis recordó que el agua se desbordó rápidamente, lo que les permitió escapar. En una situación similar, Keiver Sánchez lamentó la pérdida total de su hogar, que quedó sepultado bajo las rocas. Ahora vive en un refugio y piensa en reconstruir su vida tras la tragedia.
Más allá de Mérida, los estados de Táchira, Trujillo, Barinas y Portuguesa también sintieron los efectos de las lluvias, aunque en menor escala. El presidente Nicolás Maduro declaró estado de emergencia tras un aumento del 300% en las precipitaciones entre el 24 y 25 de junio. Las infraestructuras han sido severamente afectadas, con reportes de 370 viviendas dañadas y 103 de ellas en pérdida total.
Para atender la crisis, se han desplegado equipos de militares, bomberos y Protección Civil. Se han habilitado caminos alternos y se distribuyen donaciones gracias a la labor de voluntarios que recorren las vías dañadas. Jonathan García, liderando una caravana de 34 motos, transportó suministros hacia las áreas necesitadas. Centros de acopio y refugios han sido establecidos, donde grupos comunitarios organizan la ayuda. Claudina Elena Sánchez, atrapada en Escagüey tras intentar visitar a su madre, enfrentó las dificultades de regresar a casa.
DCN/Agencias