Ondas tropicales: un riesgo constante para Venezuela
Las ondas tropicales son fenómenos atmosféricos significativos en la temporada de lluvias, originándose en las costas occidentales de África y desplazándose de este a oeste. Estas perturbaciones en los vientos alisios son responsables de las precipitaciones en los trópicos, y pueden dar lugar a ciclones tropicales.
Con una forma de “V” invertida, concentran lluvias y tormentas al frente de su eje. Aunque no siempre se convierten en huracanes, presentan un riesgo real por sus efectos en el territorio.
Peligros asociados
El mayor peligro son las lluvias intensas y prolongadas, que pueden causar inundaciones repentinas, crecidas de ríos y deslizamientos de tierra en áreas montañosas y vulnerables. Los vientos, aunque no sean huracanados, pueden dañar árboles, postes eléctricos y techos.
Durante su paso, la actividad eléctrica es intensa, con rayos que representan un riesgo adicional. En las costas, las ondas incrementan el oleaje, lo que afecta la navegación y la pesca artesanal.
Preparación clave
Es crucial la prevención. Las familias deben tener un plan de emergencia con un punto de encuentro y vías de comunicación alternativas. Se recomienda armar un kit de emergencia con insumos básicos para 72 horas: agua, alimentos no perecederos, medicamentos, linternas, radio a pilas y documentos importantes.
También es necesario revisar canaletas, asegurar objetos sueltos y proteger ventanas y puertas. Desconectar aparatos eléctricos durante tormentas puede evitar pérdidas.
Impacto en Venezuela
Se espera que entre 45 y 50 ondas tropicales afecten al país hasta noviembre. Recientemente, estados como Mérida, Barinas y Portuguesa han sufrido severas afectaciones. En Mérida, el desbordamiento del río Chama afectó más de 25 vías y 16 puentes, mientras que Barinas reportó crecidas en los ríos Socopó y Santo Domingo, y Portuguesa enfrenta comunidades incomunicadas.
El monitoreo del INAMEH y los planes de Protección Civil son fundamentales. La preparación debe fortalecerse, ya que la conciencia ciudadana es clave ante estos fenómenos.
DCN/Agencias