Alberto News – Caracas, 25 de Julio del 2025: La situación en Gaza se agrava mientras el gobierno israelí intensifica el asedio, dejando a la población al borde de un colapso humanitario. Organizaciones humanitarias informan que sus trabajadores asumen riesgos extremos para entregar alimentos, enfrentándose a disparos para intentar alimentar a las familias afectadas.
Desde el inicio de operaciones de la Fundación Humanitaria de Gaza, más de 100 organizaciones han elevado su voz, exigiendo que se abran todos los pasos fronterizos y se reanuden las entregas de alimentos, agua potable, suministros médicos y combustible, bajo un mecanismo guiado por la ONU.
Tal como señala un representante de una agencia humanitaria: “¿Voy a comer hoy?” es la pregunta que muchos palestinos se hacen cada mañana. Las amenazas en los puntos de distribución de alimentos son constantes. Según la ONU, hasta el 13 de julio, 875 palestinos habían perdido la vida buscando comida, y miles más resultaron heridos. Además, casi 2 millones de palestinos han sido desplazados, restringidos a menos del 12% del territorio de Gaza.
El Programa Mundial de Alimentos advierte que las condiciones actuales son insostenibles, y que el uso de la inanición como táctica bélica constituye un crimen de guerra. A pesar de la disponibilidad de toneladas de suministros en almacenes, las organizaciones humanitarias no pueden acceder a ellos debido a las restricciones impuestas por el gobierno israelí.
Las cifras de distribución son alarmantes: apenas 28 camiones al día llegan a Gaza, insuficientes para satisfacer las necesidades de más de 2 millones de personas, muchas de las cuales llevan semanas sin ayuda. Aunque la Unión Europea e Israel anunciaron medidas para incrementar la asistencia humanitaria el 10 de julio, las promesas no se traducen en acciones concretas sobre el terreno.
Los informes médicos destacan un aumento en los índices de desnutrición aguda, especialmente entre niños y ancianos. Las enfermedades se propagan, mientras los mercados permanecen vacíos y los residuos se acumulan en las calles. En este contexto, el personal humanitario enfrenta limitaciones severas para operar, a la espera de que se garantice el acceso a la ayuda necesaria.
DCN/Agencias